domingo, 11 de octubre de 2009

Llego mi hora de gritar...

Vivimos en una sociedad que cada día se aleja más de la moral y la virtud, mientras todos, casi sin excepción, nos quedamos callados…

Los asesinatos son en el “pane nostrum” cotidiano y ya no hablamos de seres humanos sino de cifras, no queremos ver la realidad: los asesinados son niños de 13, 14 o 15 años, y sus asesinos son igualmente “niños” legalmente y por lo tanto impunes en nuestra legislación.

La sacrosanta institución del matrimonio es atacada cotidianamente, especialmente por un gobierno decadente e inmoral, que pretendiendo que el pueblo no se interesa en “cosas como esa” porque tiene hambre, pagan sus facturas políticas con el descalabro moral del matrimonio gay como una opción a futuro.

Somos acosados por un sistema que más que dignificar a la mujer, pretende negarle su estatus único y divino de gestoras de vida y transformarlas en mercancíam, a ciencia y paciencia de un pueblo otrora devoto.

En nombre del desarrollo y de los derechos humanos, se violan los derechos de todos los que no creemos que ser una sociedad civilizada pase por ser una “sucia sociedad”, en la que cualquier aberrado pueda adoptar un niño.

Desde el pulpito cientos de “pastores” alzan su vos contra la “descriminacion”, solo por no perder adeptos y con ellos sus jugosos diezmos, mientras los fieles no ven o no quieren ver que están vendiendo su conciencia.

Es por eso que hoy retomo las palabras de Ascoy, el cantante no el político, y haciéndolas mias declaro:

Ahora más que nunca, y contra la opinión de tantos,
Entre voces de ultratumba, y sus acordes camuflados,
Poemas y lisuras siempre oscuro nunca claro,
Los expertos de la duda y los que dudan por encargo.

Ahora más que nunca y aunque te parezca extraño,
Entre genios que aseguran que ahora ya nada es pecado,
Los óleos contra natura y el abuso de lo abstracto
y en el cine se estimula a que todos seamos villanos.

Ahora más que y para decepción de varios,
Entre niños que pululan y fetos asesinados,
Entre algunos que disfrutan de las leyes del mercado,
Mientras mi pueblo deambula sin comida y sin trabajo.

Ahora más que nunca y con los dientes apretados,
Entre horóscopos y brujas y un racismo solapado,
Entre Anás, Caifás y Judas, entre Herodes y Pilatos
y esa deuda que estrangula a todos mis pueblos hermanos.

Ahora más que nunca, quiero que quede claro,
Respetando posturas,

¡¡¡Permítanme gritarlo!!!

Creo en Dios Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
Creo en Jesucristo,
Su único hijo, nuestro Señor,
Que fue concebido por obra y gracia
Del Espíritu Santo
Y nació de Santa María Virgen,
Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos

Fue crucificado, muerto y sepultado
Y descendió a los infiernos
Y al tercer día resucitó,
Resucitó de entre los muertos
Y subió a los cielos y está sentado
A la derecha de Dios Padre
Y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos
Y a los muertos...

Creo en el Espíritu, Espíritu Santo,
Y en la santa Iglesia Católica,
En la comunión de santos,
El perdón de los pecados,
La resurrección de los muertos
Y la vida eterna, Amén,
Ahora más que nunca: ¡¡Amén¡¡.

Yo no les temo, porque Dios está con conmigo.

Hector Menjivar

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